EL DIARIO
El Diario de Juanita conserva sus notas íntimas. Fue escrito entre 1915 y 1919, probablemente a pedido de la Madre Ríos del colegio del Sagrado Corazón de Santiago (en el que Juanita hacía sus estudios). Del punto de vista histórico y literario, el Diario deja bastante que desear. Juanita escribía en forma discontinua. Lo olvidaba durante meses enteros. El valor del Diario está en revelarnos la vida interior de Juanita.
En la primera parte de su Diario, dedicada a la Madre Ríos cuando tenía 15 años, Juanita cuenta su infancia. A partir de septiembre de 1915, el Diario tiene otra tonalidad, más íntima, ya que Juanita escribe sin pensar ser leída. Escribe entonces con libertad y espontaneidad. Se puede leer en esas páginas sus conversaciones íntimas con Jesús y María, la descripción de sus esfuerzos, de sus resoluciones, de sus victorias y derrotas en el camino de la santidad.
Poco antes de entrar en el Carmelo, Juanita quiso quemar su Diario. Deseaba esconder para siempre los secretos de su vida interior contenidos en el Diario. Pero su madre le pidió insistentemente de no quemarlo y entregárselo como recuerdo y Juanita aceptó. Sólo después de la muerte de Juanita la madre abrió el Diario y descubrío maravillada los tesoros que contenía. Fue así que el Diario fue conservado, gracias a Dios, y llegó a ser un medio por el que muchas personas son atraídas a la vida de oración. Cientos de personas han leído el Diario de Teresa de Los Andes y por él han aprendido a crecer en el amor a Jesús, a María y a la Iglesia.